Solo un papel más. Así fue considerado por los directivos de Perupetro el informe que, en 2007, les entregó la Contraloría advirtiendo sobre las presuntas incompatibilidades y conflictos de intereses en el ejercicio de algunos funcionarios de esa empresa estatal, como era el caso de Alberto Químper Herrera.En octubre de 2007, el órgano de control recomendó a Perupetro "verificar los antecedentes de los miembros del directorio que se designen, y disponer la remoción en caso de existir incompatibilidades". En esa fecha, el abogado ya era parte del directorio de la empresa estatal por lo que, en cumplimiento de la disposición, se debió ordenar su cese inmediato, lo que no sucedió. Antes de ser directivo de Perupetro, Químper fue abogado de Petrotech, por lo que la incompatibilidad saltaba a la vista.