La iniciativa de la Sunat para que las empresas de dinero plástico, como Visanet y Mastercard retengan parte del IGV de las transacciones con tarjetas de crédito y débito que llevan su marca, ha generado las críticas del sistema financiero, en general, por los probables efectos que conllevaría. Y es que, en primer término, no existe una correlación entre la evasión de impuestos y el medio de pago que utiliza un comercio para realizar sus ventas. "Porque si una tienda quiere evadir impuestos cobrando con tarjetas o efectivo igual lo va a hacer", afirmó un ejecutivo de un importante banco local. El ejecutivo expuso que el uso de las tarjetas de crédito y débito, como medio de pago en las transacciones comerciales, incentivan la formalización, debido a que el comercio para acceder a este servicio requiere como mínimo estar en el Registro Único de Contribuyentes, es decir, tener RUC. "De hecho, la tarjetización (masificación del uso de tarjetas) ayuda a la bancarización y a la formalización. La iniciativa (de la Sunat) es un retroceso hacia la bancarización y formalización", exhortó. "El tiro les puede salir por la culata (a la Sunat) y lo que puede suceder es reducir la base tributaria", apuntó.
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