A Eliane Karp y a los miembros de la Conapa se los ha cuestionado (en algunos casos procesado judicialmente) por presuntamente derrochar cinco millones de dólares prestados por el Banco Mundial para la creación y funcionamiento de ese organismo. Pero resulta que según la interpretación de su esposo, el presidente de la República, Alejandro Toledo, los juicios contra Karp y sus colaboradores son una represalia por haberse atrevido a impulsar la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas."Han enjuiciado a mi mujer y a sus colaboradores por tener el atrevimiento de convocar a las comunidades andinas, amazónicas y afroperuanas. Pero ustedes no se preocupen, porque una vez más estaremos en la lucha y yo sé que cuento con ustedes", afirmó el presidente, quien parecía estar en pie de lucha ayer en el patio de honor de Palacio de Gobierno. Sus palabras las pronunció ante decenas de representantes de comunidades andinas, amazónicas y afroperuanas que asistieron a la presentación de la ley que crea el Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (Indepa), organismo adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros y que reemplazará a la Conapa."Señores jueces, entiendan bien, no se olviden de dónde vienen. Soy respetuoso de la independencia de los poderes, pero si juegan a la política porque no les gusta la inclusión, la vestimenta, el acento o cómo come o canta esta gente, las calles serán nuestras otra vez", amenazó el mandatario mientras que Gustavo Pacheco, bien acomodado en el estrado de honor le hacía un gesto con la mano, como diciendo "calma, calma". (Edición sábado).