El sospechoso vuelo que realizó el avión presidencial a la ciudad de Chiclayo el pasado jueves 14 de abril habría servido para trasladar a un emisario que asesoró legalmente a Hipólito y Joel Bardales -familiares de la agente de seguridad palaciega Lady Bardales-, quienes golpearon al periodista César Hildebrandt Chávez.Según reveló una fuente del Grupo Aéreo N° 6 de la Fuerza Aérea Peruana en Chiclayo, este abogado -cuyo nombre se mantiene en reserva- habría dialogado incluso con autoridades policiales y del Ministerio Público vía telefónica e impartido instrucciones a un segundo letrado que realizaba diversas gestiones."Mis agresores no fueron interrogados oportunamente, ni tampoco detenidos. También manejo la versión de que un asesor legal viajó y que actualmente los ayuda", precisó Hildebrandt a Correo.Se sabe que el avión presidencial arribó al aeropuerto militar al promediar las 10 de la mañana de la fecha citada. Y no se trató de un vuelo de prueba o para evitar que se enfríen los motores, como lo informó la vocera de Palacio de Gobierno, Rosario Sheen.El piloto y abogado especialista en derecho aéreo, Víctor Girao Alatrista, también desmintió que la nave que transporta al jefe de Estado necesite mantener sus motores en constante actividad y que para ello tenga que realizar vuelos de prueba hasta Chiclayo."Es absurdo que haga un recorrido tan largo para que no se enfríen los motores. El mantenimiento se puede hacer en tierra o hacer un vuelo corto sobre Lima", indicó Girao.Asimismo, reveló que, según información de primera mano, dicho vuelo costó cerca de siete mil dólares por un consumo de 18 mil libras de combustible, ida y vuelta.