aunque el alcalde de Ayapata, Javier Pariapaza, quiere recuperar los cuerpos de sus vecinos, no puede. Y aunque Wilder Serpa, jefe zonal del Programa Nacional de Alimentos (Pronaa-Puno), quiere enviar al lugar las tres toneladas de víveres que se han reunido, tampoco puede, pues alquilar una mula cuesta S/.50 para llevar 90 kilos, por lo menos, y porque tardaría muchas horas en llegar.Y los funcionarios del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y del Ministerio de la Mujer (Mimdes) tampoco pueden, y las frazadas y carpas que han llevado permanecen en bolsas, como si nadie las necesitara.La palabra helicóptero significa consuelo porque por ahora la única forma de llegar hasta Winchumayo es por aire. Y así lo hace un helicóptero de la policía del Cusco, que en su viaje de ida lleva a brigadistas y en el de vuelta carga siete heridos y tres familiares. Todos víctimas de la misma tragedia.