Tras la denuncia sobre la nada despreciable evasión tributaria de S/. 60 millones que habría realizado Petroperú para beneficiar a través de terceros a redes de narcotraficantes en la selva, Víctor Girao, abogado especialista en derecho aeronáutico aseguró a EXPRESO que no solamente se habría abastecido estos del combustible Turbo Jet para las avionetas de los capos de la droga, sino para macerar en grandes depósitos la coca que luego será transformada en clorhidrato de cocaína. La grave acusación de Girao es sustentada en que la empresa estatal tiene controles y registros sobre sus ventas de combustible y destino final del mismo, lo que hace pensar que tenía conocimiento del hecho. Asimismo, incide en que incluso con el Turbo Jet -diferenciado del kerosene por un aditivo que permite que no se congele a grandes alturas- mejora la calidad de la coca en su proceso de maceración, lo que le da un valor agregado y la hace más cara."Es increíble pensar que Petroperú ha contribuido, a través de una descoordinación con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), a que la coca peruana sea de mayor calidad", declaró. Asimismo, recalcó que la responsabilidad de este hecho recae sobre la DGAC y Petroperú, toda vez que la DGCA debió comprobar que la petrolera estatal vendía combustible a una empresa que tenía aviones y no a una empresa fantasma como Syntaz Air. Refirió que lo más probable es que la gran mayoría del combustible vendido en el lapso del periodo de diciembre de 2003 y abril de 2004 haya sido destinada para el narcotráfico, sobre todo por cuestiones de rentabilidad, mientras que en un pequeño porcentaje red distribuido al consumo doméstico.