La construcción de obras viales es una actividad que por razones técnicas toma tiempo, pues las evaluaciones y estudios previos son clave para asegurar un buen trabajo -aunque en la ciudad de Lima las demoras parecen responder a otros motivos.Por ello es pertinente que las autoridades del Gobierno estén esforzándose por agilizar la parte del proceso que sí es factible de ir a mayor velocidad: la concerniente a los trámites, recepción de opiniones y consultas para la elaboración de contratos de concesión, entre otros pasos administrativos.El presidente del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte Público (Ositran), Juan Carlos Zevallos, informó la semana pasada que la institución ha reducido los plazos de los procesos que anteceden a las entregas en concesión y, además, que se negociará con los concesionarios de carreteras el adelanto de sus inversiones, específicamente en las redes viales 5 y 6, ubicadas en el norte chico y sur chico, respectivamente, y que suman US$ 340 millones. Esta inyección de capitales permitirá generar empleos, que aunque temporales, sumarán en la tarea de hacer frente a la desaceleración de la economía nacional.Con la experiencia ganada en el último lustro en la administración de los contratos de concesión en carreteras, Ositran se encuentra en una posición que la hace un participante clave en el sector construcción, actividad cuyo efecto multiplicador cobra mayor relevancia en situaciones como la actual, dada la necesidad de contar con nuevas inversiones que contrarresten las reducciones en otros sectores. Pero hay otras instituciones que están obligadas a seguir la misma ruta que el organismo supervisor, caso del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, pues se percibe que todavía existe lentitud en las inversiones que le corresponde ejecutar.En nuestra editorial de ayer advertimos que la falta de infraestructura física coloca a la economía peruana en desventaja frente a la chilena. Y aunque se está avanzando en ese aspecto, el esfuerzo del Gobierno no debe concentrarse exclusivamente en las carreteras principales, pues la misma atención tiene que dirigirse a las vías de penetración ya que todavía existen muchas zonas que se encuentran aisladas.