Las autoridades de este pueblo, al igual que los de otras 10 localidades de la provincia de Canta, acaban de enterarse de que sus terrenos, urbanos y agrícolas, han sido concesionados a empresas mineras con el fin de extraer oro, yeso, arena y piedras para construcción. Uno de los afectados es el mismo distrito de Canta, conocido por ser la puerta a Obrajillo y el refugio de limeños que buscan disfrutar del sol y sus truchas.De acuerdo con el catastro minero de junio del 2008, en Canta se han titulado ocho denuncios mineros, uno de los cuales se sobrepone a la cuarta parte del pueblo donde se encuentran el centro de salud, un grifo, dos colegios y otras instituciones."Estamos preocupados, pues se piensa extraer oro. Nadie nos consultó", dice Raúl Cajavilca, regidor del concejo.Para Ángel Chávez Mendoza, director de Concesiones Mineras del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet), toda entrega se ha hecho de acuerdo con la ley.