Los malos manejos del ex presidente de Petroperú, Alejandro Narváez, continúan saliendo a la luz. De acuerdo al programa Cuarto Poder, durante su gestión en la petrolera estatal se habría realizado una jugosa evasión tributaria de por lo menos S/. 60 millones, la cual no sólo habría beneficiado a la empresa fantasma Syntaz Air con la venta del combustible de avión Turbojet, sino que también habría sido destinada a abastecer a los narcotraficantes en la selva.Víctor Girao, analista aeronáutico, reveló a la reportera Carola Miranda que dado el nivel de contrabando es sumamente difícil que todo éste halla sido absorbido por la demanda de kerosene, motivo por el cual afirmó que es posible que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) con la complicidad de Petroperú halla autorizado la venta de Turbojet cuyo verdadero destino final sea la selva y el narcotráfico. Esta situación revelaría en el mejor de los casos una completa descoordinación entre Petroperú y la DGCA, la encargada de informar si una empresa se dedica o no formalmente a la aviación civil, lo que no sucedería en el caso de Syntaz. Recordemos que el kerosene paga una tasa de Impuesto Selectivo al Consumo mientras que el combustible de avión no. La señal de alarma fue dada porque las cifras de diciembre de 2003 a abril de 2004 mostraron un gran aumento del consumo de combustible de avión conocido como Turbo 1, generado al mismo tiempo que se produce una caída en el consumo de kerosene.