MÁS GASTOS O MENOS IMPUESTOS
11 de febrero de 2009

Ante el pedido de algunos congresistas (y algunos gremios empresariales) de reducciones del Impuesto a la Renta (IR) para la reinversión de utilidades, el ministro de Economía, Luis Carranza - luego de exponer en el Congreso el Plan de Estímulo Económico (PEE) frente a la crisis externa -, fue claro en señalar que prefería enfatizar el gasto público (sobre todo el gasto social y la inversión en infraestructura) que disminuir impuestos.Aparte de que esta posición coincide con la del jefe de la misión del FMI para Perú, Martín Cerisola (Gestión 05.01.09), el argumento de Carranza es contundente: el efecto multiplicador del gasto es tres veces más potente que el efecto multiplicador de impuestos.No obstante, el problema en nuestro país es que la eficiencia y celeridad en la ejecución del gasto público no están garantizados. Por ejemplo, si bien la inversión de los gobiernos regionales por fuente "Canon, Sobrecanon, Regalías, Renta de Aduanas y Participaciones" se incrementó notablemente (68%) entre enero y noviembre del año pasado con respecto al mismo período del 2007, el avance de la ejecución en relación al Presupuesto Institucional Modificado (PIM) fue muy pobre, apenas 26.3%.Ni qué decir con respecto a la calidad del gasto social. EL FMI encuentra que entre el 2006 y el 2007 se ha incrementado el porcentaje de no pobres atendidos por programas sociales masivos, y el MEF ha señalado que se está beneficiando a sectores pudientes (A y B). Habría entonces que corregir estas y otras deficiencias en la ejecución del gasto si no se quiere poner en riesgo el PEE.De otro lado, el ministro Carranza no ha descartado que se pueda reducir el IR de manera temporal. De ser así, en el caso de la reinversión de utilidades tendría que ser una medida general y no sectorial (ya que ello crea distorsiones en la asignación de recursos) y debería ser aprobado caso por caso para aquellos proyectos que cuenten con estudios completos y cronogramas de ejecución aprobados.No debería descartarse tampoco el devolver el IR a los trabajadores (de cuarta y quinta categorías), ya que el argumento de que ahorran en vez de gastar no parece tener asidero en un país como el nuestro donde los niveles de remuneraciones son bastante bajos. El debate está abierto.

  • [Gestión,Pág. 30]
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