La noticia que remeció al mundo político y financiero al cerrar la semana pasada fue la venta de la compañía Offshore International Group Inc., con sede en Estados Unidos y propietaria de Petro-Tech, al consorcio formado por Ecopetrol de Colombia y National Oil Corporation (KNOC) de Corea. Y no por los US$900 millones que pagaron entre ambas, sino porque la operación se realizó en medio de las investigaciones de los petroaudios, que podrían alcanzar a la propia Petro-Tech. Además, el Perú ha perdido dinero con esta transacción, ya que la venta se realizó en el exterior.La empresa, que operaba once lotes de petróleo y gas en nuestro territorio (a través de Petro-Tech), tiene diversos cuestionamientos, como el informe de la Contraloría General de la República sobre métodos no transparentes que le habrían permitido dejar de pagar impuestos, además de supuestamente haber explotado líquido de gas natural sin contar con las autorizaciones y evitar el pago de regalías.