En un discurso que para muchos tuvo un anticipado sabor a despedida, el presidente Alejandro Toledo se comprometió a organizar el 2006 un proceso electoral limpio y transparente para fortalecer la democracia.Invocó a los líderes políticos, sindicales y económicos que no traten de refundar el país cada cinco años.Dijo que no se apartará del rumbo económico trazado y que espera que el próximo jefe de Estado, sea hombre o mujer, continúe con los existos de su administración, corrija los desaciertos y obtenga logros mayores que los suyos.