¡No hay derecho! Ahora que las esperanzas del país se centran en el llamado plan anticrisis, resulta escandaloso, contraproducente y hasta antipatriótico que existan instancias del propio aparato estatal que continúan poniendo duras trabas a la inversión.Según un informe elaborado por la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), en el Perú un proyecto de inversión demora, en promedio, nada menos que ¡cinco años y tres meses! Antes de obtener la aprobación definitiva. ¿Qué tipo de Estado tenemos? ¿Dónde quedaron las promesas de reforma de la administración pública? ¿Y qué tiene que pasar para cambiar radicalmente este desolador panorama que frena el desarrollo? Teóricamente, resultaría que un proyecto que se anuncia hoy recién sería ejecutado a mediados del próximo gobierno. Para muestra solo un ejemplo: el proceso de concesión de la carretera Pucusana-Ica tardó ¡90 meses!El problema, es cierto, viene de muy atrás, como lo ilustró Hernando de Soto en "El otro sendero", pero ello no es pretexto ni justificación para lo que sucede hoy. Por años hemos promovido y permitido una administración estatal sumamente desconfiada e ineficiente, no solo porque contaba con pocos recursos sino también como una manera de enfrentar la nefasta lacra de la corrupción, tan ubicua como ingeniosa e impune. Esta burocracia castrante de tecnócratas, sobre todo en el MEF, se dedicaba mayormente a postergar, rechazar o dar mil vueltas al asunto, en parte también por temor a fallar y tener que enfrentar procesos o juicios posteriores. Esto debe cambiar ya. El jefe del Gabinete, Yehude Simon, ha dicho a este Diario que se está avanzando en el plan anticorrupción, pero también que se está implementando un seguro para los funcionarios públicos que intervienen en licitaciones. Eso es adecuado, pero debe ser complementado con órdenes ejecutivas más severas para que la transparencia sea la regla y no la excepción, de modo tal que los portales web de cada entidad incluyan tanto la agenda de los funcionarios como todas las licitaciones. ¿Y por qué no se ejecuta Perú-Compras?Es verdad que a pesar de todas estas dificultades hemos crecido en los últimos 90 meses. Pero hoy el contexto ha cambiado. Así como no somos una isla ni estamos blindados ante la crisis mundial, debemos competir con otros países de la subregión para captar nuevas inversiones que generen trabajo y desarrollo.Así, el retorno del ministro Luis Carranza al Gobierno para lanzar el plan contracíclico y aprovechar el TLC con EE.UU. Debe ir acompañado de urgentes medidas y proyectos de ley, en coordinación con el Congreso, para acelerar los trámites de los proyectos de inversión, sin que eso signifique liberarlos de los controles básicos. Sí debe incluir fuertes sanciones para los funcionarios que echan a perder inversiones y endurecer la sanción penal a quienes intenten lucrar delictivamente con recursos públicos.Aquí el nuevo contralor tendrá un papel fundamental para imponer una gestión eficiente e innovadora que asegure el cumplimiento de la ley, pero sin agregar pesados lastres ni ominosas demoras a la inversión. Aún hay tiempo para reaccionar. De otra manera el plan anticrisis estará condenado al fracaso.