Es positivo que tanto el presidente Alan García como el ministro de Economía, Luis Carranza (reasume el cargo luego de seis meses), hayan ratificado la continuidad de la política económica, porque ello fortalece la confianza y la estabilidad para seguir atrayendo inversiones.Sin embargo, en un contexto de crisis internacional con alta incertidumbre acerca de su duración y magnitud, la tarea que tendrá que enfrentar ahora es diferente a la de su gestión anterior y su reto principal es mantener el crecimiento con estabilidad.Hay mucha presión para agilizar el mayor gasto público (S/. 10,000 millones) aprobado en el Plan Anticrisis. Si bien ello es importante, primero habrá que gastar lo ya aprobado en el presupuesto de este año porque, como se sabe, la estacionalidad y la lentitud en la ejecución hacen que este disminuya notoriamente en el primer semestre.Simultáneamente, Carranza deberá cuidar la disciplina fiscal, sobre todo porque los precios de los minerales pueden caer más aún y el déficit de 0.7% del PBI, estimado por el MEF para este año, podría ser mucho mayor. También está la inflación. Si bien Carranza dijo que es un problema superado, en realidad eso es lo que se espera, dada la tendencia a la baja de los precios internacionales de los insumos alimenticios y del petróleo. En la práctica, el traslado a los precios internos todavía no se da al ritmo que se espera. No es casualidad que, según la última encuesta de Apoyo, para el 55% de la población urbana el alza de precios sigue siendo la causa principal de la desaprobación del Gobierno.Otro reto es no dejar que se deteriore más el déficit de la balanza en cuenta corriente (proyectado en 3% del PBI para este año) y presione a una mayor devaluación. Serán necesarias medidas que apuntalen nuestras exportaciones, aprovechando al máximo el TLC con EE.UU. que entra en vigencia en febrero.Tampoco deberá descuidarse la lucha contra la pobreza, que si bien disminuyó a 39% en el 2007, el año pasado debe haberse incrementado. En su anterior gestión, Carranza dijo que si, al final del 2011, la pobreza no cae al menos a 40%, ello sería un fracaso. La meta del Apra es bajar a 30%. Conocedores de la capacidad del ministro Carranza, le deseamos éxito en esta segunda gestión frente al MEF.
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