Si se quiere dos argumentos contundentes para volver a la bicameralidad parlamentaria que será votada este jueves en el Congreso, aquí los tiene.El primero es el alto número de leyes aprobadas por el actual Parlamento unicameral que han sido observadas por el Poder Ejecutivo desde el 2001 a la fecha: son 234 de 1.040 leyes aprobadas por el pleno, lo cual constituye un récord nunca antes registrado.De ese total, el 34% está siendo nuevamente evaluado en comisiones o pasó al archivo, el 32% se aprobó con textos sustitutorios, otro 10% fue dictado atendiendo los reparos gubernamentales y, finalmente, se insistió en que un 24% fuera aprobado en su redacción original.El que haya sido observada una cuarta parte de las leyes debatidas y aprobadas por un Congreso unicameral demuestra la necesidad de una cámara revisora. Además, en estos años, el Ejecutivo asumió prácticamente el papel de un Senado.Para el congresista aprista Luis Gonzales Posada, todo esto confirma la necesidad de terminar con la unicameralidad parlamentaria, no solo porque es una herencia fujimorista sino porque ha demostrado tan sorprendente ineficiencia.El problema de la unicamarelidad queda demostrado cuando la cifra de calidad legislativa entre el 2001 y 2004 se compara con el período 1988-1990, por ejemplo, cuando funcionaba el Senado.(Edición domingo).