MULTITUD FERVOROSA RECLAMA RÁPIDA CANONIZACIÓN DEL PAPA
9 de abril de 2005

Presidentes y peregrinos, reyes y prelados, primeros ministros y religiosas se congregaron en la Plaza de San Pedro para tributar una emotiva despedida a Juan Pablo II, en el mayor encuentro de poderosos y humildes en los tiempos modernos, que atrajo a Roma a cuatro millones de personas antes de que fuera enterrado en las catacumbas del Vaticano.La multitud rompió en aplauso en la plaza barrida por el viento matinal cuando el sencillo féretro de ciprés, adornado solo con una cruz y la 'M' de la Virgen María, salió de la basílica y fue depositado al pie del altar para la misa.El Vaticano precisó que el entierro, al que asistieron prelados y miembros de la casa papal, se realizó a las 2:20 p.m. (12:20 GMT) cerca de la tumba del apóstol San Pedro, el primer Papa.El servicio fúnebre comenzó con el canto gregoriano "Concédele descanso eterno, Señor". Cardenales con mitras blancas entraron a paso solemne en la plaza, con sus capas escarlatas al viento. Sobre el féretro se depositó un ejemplar de los Evangelios.El cardenal Joseph Ratzinger, decano del Colegio de Cardenales, confidente de Juan Pablo y uno de los candidatos a sucederle aludió a "nuestro fallecido y amado Papa" en una homilía que recordó la vida de Juan Pablo como operario de fábrica en la Polonia ocupada por los nazis hasta su consagración a la cabeza de mil millones de católicos en el mundo.Interrumpido por los aplausos al menos diez veces, el habitualmente impasible cardenal alemán a duras penas pudo contener las lágrimas cuando recordó una de las últimas apariciones públicas de Juan Pablo, cuando bendijo a los fieles el domingo de Pascua desde la ventana de sus aposentos.Juan Pablo II, que fue el mayor creador de santos de la historia de la Iglesia Católica, podría ser rápidamente canonizado, como reclamó ayer la muchedumbre congregada en la Plaza de San Pedro."Santo, santo, santo", gritaba la gente, mientras un enorme cartel, enfocado varias veces por las cámaras de televisión de todo el mundo que seguían la ceremonia, rezaba: "Santo ya".(Edición sábado).

  • [El Comercio,Pág. B 2]
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  • [Correo,Pág. 15]
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  • [República,Pág. 16]
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  • [Expreso,Pág. 16]
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  • [Diario Uno,Pág. 10]
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  • [Perú 21,pág. 8]
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  • [El Peruano,Pág. 14]
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