LOS BANCOS Y LA GENERACIÓN DE CONFIANZA
12 de enero de 2009

La semana pasada, el Gobierno salió al frente para evitar que se acentúe el nuevo panorama del mercado crediticio, que inició el año con tasas de interés ligeramente más altas y periodos de los préstamos más cortos. Por un lado, el Banco Central de Reserva (BCR) redujo en un punto porcentual la tasa de encaje mínimo legal, con el fin de incrementar la liquidez, y remarcó que esa medida es parte de la política que está aplicando desde setiembre pasado para afrontar la crisis internacional. En tanto, el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Luis Valdivieso, se reunió con los gerentes generales de los bancos para exhortarlos a que continúen otorgando préstamos y que no dejen de pensar en el largo plazo, puesto que la crisis no durará para siempre. En la cita, el ministro presentó un nuevo producto financiero que funcionará como un fondo de contingencia y que ha sido desarrollado por el Banco Mundial y Cofide.En ambos casos se espera que el efecto positivo contribuya con generar mayor confianza en los bancos -o por lo menos evitar que continúe deteriorándose-, mientras estos se mantienen a la espera de medidas de mayor impacto como la reducción de la tasa de interés de referencia de la política monetaria. El BCR ha dicho que tomará una decisión al respecto cuando la inflación y las expectativas inflacionarias converjan en el rango meta.Aunque podrían estar siendo perjudicadas por este entorno cauto, las empresas han anunciado inversiones por más de US$ 6,000 millones para el 2009 y el 2010, demostrando que siguen apostando por el país. Es comprensible que el Gobierno mantenga la prudencia en el uso de sus instrumentos de política económica, pero también se debe tener en mente que esa conducta cautelosa está siendo imitada por los bancos, pues, como sus gerentes han reiterado, manejan recursos del público.Y es, precisamente, este componente del sistema el que parece estar siendo dejado de lado. En ese sentido, tanto el Gobierno como los bancos deben profundizar sus mensajes a los ahorristas y asegurarles que sus depósitos no corren riesgo alguno. Asimismo, una revisión de la manera en que se remuneran esos fondos podría fortalecer la confianza del público en el sistema bancario.

  • [Gestión,Pág. 34]
  • /