La instalación de una comisión multisectorial para aplicar el llamado plan anticrisis, coordinar con los sectores involucrados y medir el avance de los proyectos de inversión es una buena idea teniendo en cuenta la envergadura y los objetivos de la iniciativa.Y, siendo su tarea de ejecución y seguimiento efectivo, resulta igualmente acertado que el enfoque no sea simplemente declarativo sino práctico, y que sus miembros se reúnan cada 15 días e informen al país sobre el gradual cumplimiento de las metas y las posibles dificultades por remontar.Por lo mismo, le extendemos preliminarmente un voto de confianza a dicha comisión, a la espera de que logre buenos resultados a nivel general.Como lo señalamos desde un primer momento, es sumamente indispensable que este problema internacional, que de todas maneras nos va a afectar como país, sea afrontado con la mayor responsabilidad y coherencia, principalmente por el Gobierno y el Gabinete. Claro que estamos en buena posición con respecto de otros. Pero, en el mundo de hoy ningún país es una isla y, desde el primer al tercer mundo, todos los gobiernos están actuando y tomando medidas urgentes para resistir los embates de la crisis y prevenir mayores daños en el futuro mediato.En el Perú tiene que darse prioridad a los proyectos de inversión sobre todo en las regiones, así como a la pequeña empresa y las industrias que generan empleo.En tal coyuntura, y a propósito del ámbito ministerial, debemos comentar a renglón seguido la importancia que tiene como mensaje político que se haya corregido el problema de la actualización de sueldos para los integrantes del Gabinete. La contramarcha es ciertamente saludable, sobre todo por una cuestión de oportunidad.Efectivamente, en cuanto al fondo del tema , es indispensable que la burocracia del Estado sea bien pagada y que los altos funcionarios y los técnicos especializados reciban una adecuada remuneración por su trabajo, de acuerdo con su capacidad y su mérito. Sin embargo, la forma en que se produjo la medida de reajuste, en un contexto internacional sombrío y cuando internamente se hacían esfuerzos para elaborar el plan anticrisis, quizá no era las más adecuada.Más adelante, cuando las condiciones generales, tanto financieras como políticas y sociales mejoren, esta cuestión deberá abordarse de todas maneras, de modo integral, dentro del contexto de la necesaria reforma del Estado y la ley de servicio civil.Se trata de un asunto fundamental para el país, para devolver al Estado orden y razón de ser, lo que implica que se convoque a mejores técnicos que puedan empujar su desarrollo y el servicio al ciudadano.Advertimos, entre tanto, que para evitar problemas de mala percepción pública y mensajes equivocados en los ámbitos políticos, sociales o económicos, el Poder Ejecutivo y en especial el presidente de la República, Alan García, deben medir muy bien no solo las decisiones gravitantes del Estado sino la oportunidad en que se dan a conocer.