CUIDADO CON LA INTERRUPCIÓN DEL CRÉDITO
7 de enero de 2009

La mayor preocupación del equipo económico del Gobierno, durante el 2008, fue evitar que los precios aumentasen en exceso, y aunque la inflación del año llegó a 6.65% (más del doble de la meta fijada), se podría afirmar que ese resultado es aceptable, considerando que en casi toda América Latina la inflación fue más alta. La mayor preocupación del 2009 será evitar que la peor crisis financiera y económica global reciente afecte más de la cuenta al aparato productivo del país.El Plan Anticrisis, presentado por el Gobierno hace poco menos de un mes, incluye el seguimiento quincenal de la evolución de la economía a cargo de un equipo encabezado por el premier Yehude Simon, por lo que es de suponer que ya se cuenta con un primer diagnóstico. En las cuatro semanas transcurridas desde el anuncio del plan, representantes del sector bancario han precisado que en el 2009 se configurarán algunos cambios en la disponibilidad de créditos.Se espera, por ejemplo, que las tasas de crecimiento de los depósitos y colocaciones se reduzcan en cerca de la mitad, que el crédito de consumo tenga algunas restricciones, que la morosidad (la más baja de América Latina) aumente ligeramente y que los exportadores accedan al financiamiento con mayores tasas de interés. Asimismo, se ha informado que son las propias empresas las que están decidiendo aplazar sus proyectos de inversión y, por ende, solicitando que los desembolsos acordados con los bancos queden en stand by.Ante este panorama, algunos representantes bancarios han recomendado a las empresas refinanciar sus créditos y aplazar el reparto de dividendos a fin de que dispongan de liquidez. También se ha sugerido que los créditos de consumo se otorguen con garantías. Es comprensible que los bancos planteen medidas para protegerse ante la crisis, pero las personas y empresas que acceden a los créditos podrían verse perjudicadas.En ese sentido, el Gobierno tendrá que asumir la responsabilidad de evitar que el flujo del crédito se interrumpa. Para ello, cuenta con las herramientas de la política monetaria que aseguren una liquidez adecuada, y también dispone de un banco de segundo piso (Cofide) para canalizar líneas de crédito menos caras.

  • [Gestión,Pág. 30]
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