Entre fines de diciembre del 2007 y comienzos de diciembre del 2008 la cotización internacional del trigo había descendido 45.8%. Sin embargo, los precios internos de los productos que utilizan dicho insumo todavía no han reflejado esa rebaja, hecho que ha motivado que representantes del Gobierno se hayan animado a solicitar (o exigir) que los industriales peruanos que utilizan trigo y soya actúen en consecuencia.Aunque es entendible que el Gobierno asuma la representatividad del público en el reclamo, pues la inflación sigue siendo un dolor de cabeza que incluso a pesar de la crisis no ha dejado de preocupar, algo que inquieta es el tono utilizado por algunas autoridades, así como los argumentos a los que han recurrido para sustentar sus advertencias. Un ejemplo claro ha sido el mostrado la semana pasada por el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, quien dejó a un lado su conocido estilo conciliador para subrayar que los industriales "deben asumir a conciencia lo que está pasando, porque de lo contrario van a obligar a que el Gobierno tome otra posición y entremos a un terreno que no nos gustaría". Se ignora qué tipo de instrumentos podría utilizar el Gobierno para generar una reducción de precios, pues en una economía de mercado las únicas salidas posibles serían de índole fiscal, tales como la disminución de aranceles o del IGV. Como Simon también se refirió a la estructura "monopólica" de algunos sectores productivos, aunque lo correcto sería afirmar que es oligopólica, una alternativa a las amenazas -que podrían desprestigiar el buen papel que el Estado viene desempeñando en su defensa del libre mercado-, sería reevaluar la Ley del Indecopi con el fin de definir adecuadamente el papel que debería tener esta institución con relación a la supervisión de un mercado como el peruano, que todavía es imperfecto.Y en el plazo inmediato, no estaría mal que el Ministerio de la Producción dedique mayores esfuerzos a informar al público acerca de la evolución de precios internacionales y nacionales, así como de los movimientos de stocks importados (con información de la Sunat), pues el acceso a la información es uno de los requisitos primordiales de la economía de mercado.
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