Han pasado ya cinco meses desde que el Ministerio de Energía y Minas inició las negociaciones con la empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP) para ampliar la capacidad de transporte del gasoducto de Camisea desde Ica a Lima, que ya está al tope, pero hasta el momento no arriban a ningún acuerdo.Vale indicar que, desde agosto último, las plantas termoeléctricas situadas en Lima enfrentan una restricción en el abastecimiento de gas natural para producir electricidad, debido a que, en las horas de mayor consumo de energía, ese combustible resulta insuficiente para abastecer a dichas empresas.Contractualmente, TGP, operador del ducto, está obligado a abastecer hasta 450 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) de gas, y se calculaba que debería alcanzar ese volumen al 2016. Pero como hasta agosto la demanda ya alcanzaba los 314 mmpcd, es decir casi el tope del tamaño actual del ducto, el Gobierno comenzó a negociar un nuevo contrato, que permita abastecer hasta 1,000 mmpcd desde el año 2010.
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