AHORA SÍ, NO MÁS TRABAS PARA CONSOLIDAR MACRORREGIONES
14 de diciembre de 2008

Vamos entendiendo que la unión hace la fuerza: es positivo que los gobiernos regionales de Áncash, Huánuco y Ucayali hayan formalizado su compromiso de constituirse en una macrorregión del centro que transversalmente una la costa, la sierra y la selva. La iniciativa, si bien planteada desde agosto de este año, cuenta ahora con el auspicio y aval del Gobierno Central y del presidente García para quien la descentralización es "indetenible e irreversible".Es importante que el presidente apoye la fusión de las regiones y sostenga que esta vez no habrá trastorno democrático ni constitucional que la frene. Y es que, como se recordará, durante el gobierno toledista, el Apra se opuso a la fusión regional a través de su bancada en el Congreso y alentó el cargamontón político que finalmente boicoteó el referéndum de octubre del 2005 para crear las macrorregiones, con los resultados conocidos. Entonces primó lo emotivo y lo politiquero sobre lo racional y sobre el interés nacional. En el fondo era evidente la falta de visión sobre una adecuada cultura descentralizadora, cuyo impulso corresponde asumir ahora al Gobierno y al presidente García, así como a los líderes regionales. El país espera que estas nimiedades políticas nunca más obstruyan un proceso indispensable para que el desarrollo sostenible no sea exclusivo solo de Lima y de algunas capitales de departamento, sino que marche parejo con la meta de reducir la pobreza y la nefasta desigualdad social que genera que pocos tengan mucho y muchos casi nada.Las macrorregiones, como hemos sostenido, son claves para promover la inversión privada y sobre todo impulsar focos de desarrollo a lo largo y ancho del territorio nacional. Solo unidas e integradas las regiones podrán aprovechar al máximo las potencialidades que cada una posee, sea en recursos o ubicación geopolítica y estratégica para consolidar lazos económicos y sociales con países vecinos. Como promotor del proceso, el Gobierno debe definir cuántas macrorregiones pueden y deben fusionarse, basado en estudios de costo-beneficio y coordinando estrechamente con los líderes regionales, la población y la sociedad civil organizada.(Edición sábado).