La contaminación en la ciudad de La Oroya aún es evidente.Rosa Maro, presidenta del Movimiento por la Salud de La Oroya (Mosao), dice que ni la empresa ni el Ministerio de Salud están aplicando los planes de alerta y contingencia ambiental para los momentos en que la nocividad de la fundición es alta, tal como se acordó en julio del 2008. Es decir, cuando las emisiones sobrepasan los límites establecidos por la Dirección General de Salud, las operaciones de Doe Run deben reducirse o paralizarse y se debe alertar a la población para que no salga de sus casas. Ayer fue uno de esos días. El índice sobrepasó los 2.500 microgramos por metro cúbico de emisiones de dióxido de azufre y llegó a 4.400 microgramos. Sin embargo, nunca se alertó a los pobladores. Rosa Maro señala que esto es común.