La comisión parlamentaria responsable de investigar el mayor escándalo de corrupción denunciado en este gobierno ha preferido hacerse de la vista gorda y ratificar al congresista fujimorista Carlos Raffo, pasando por alto que este se reunió con el inculpado Rómulo León Alegría en el penal San Jorge, a espaldas de su grupo de trabajo.Más allá de las normas vigentes, que según la comisión no prohíben que los congresistas investigadores se reúnan a escondidas con sus investigados, lo que correspondía era separar al congresista fujimorista básicamente por una cuestión de transparencia y para desterrar cualquier velo de duda sobre las pesquisas que se llevan a cabo.No se conocen aún las verdaderas razones que motivaron al voluntarioso Carlos Raffo a entrevistarse con León Alegría de manera privada. En su actitud, sin embargo, llaman la atención varias cosas: primero, que haya negado la reunión con el ex congresista aprista y, después, que reconozca que sí se realizó. Tampoco queda claro por qué, si se había anunciado un interrogatorio de la comisión, el parlamentario fujimorista decidió adelantarse sin contar siquiera con la autorización del presidente del grupo de trabajo. Lo cierto es que, además de vocero y operador político del fujimorismo, Raffo es un perturbador y provocador permanente, sobre todo en coyunturas trascendentales para su líder, y con una agenda bien definida que podría resumirse en el juramento que hizo el día que ocupó una curul en el Congreso: juró "por Dios, por la patria y por el fujimorismo".Evidentemente, tampoco queda claro por qué la comisión que preside Daniel Abugattas solo le aplicó una llamada de atención que, aunque se ha calificado de "severa", resulta insuficiente frente al error cometido, y que el propio Raffo ha reconocido como inoportuno, inapropiado y desafortunado. Hasta ahora, pese a los errores y la falta de preparación que eventualmente exhiben algunos de sus miembros, esta comisión parlamentaria venía cumpliendo meridianamente la responsabilidad que se le había encomendado. Lo último, sin embargo, ha sido un craso error que incluso podría ser utilizado por algunos sectores potencialmente interesados en boicotear su labor.Raffo podría retrucar, como lo ha hecho, que también diversos medios de comunicación sostuvieron variados encuentros con León Alegría. Sin embargo, los periodistas no son miembros titulares de la comisión que investiga al aprista (que, dígase de paso, ofreció una gran cantidad de entrevistas con la anuencia del INPE).No pretendemos que se desate una tormenta en un vaso de agua, menos aun ante la retahíla de tareas pendientes que el Congreso no ha cumplido. La democracia, no obstante, exige transparencia en el manejo de la cosa pública y su fiscalización .Nos queda claro que en el Congreso tendría que aplicarse el dicho popular sobre la mujer del César: además de honestos y honrados, los parlamentarios deben parecerlo, más aun cuando tienen que investigar actos de corrupción y hasta delitos, como los que se deducen del caso de los "petroaudios".