El comandante general del Ejército, general Edwin Donayre, habló ayer desde Chincha (Ica) para señalar que sus controvertidas declaraciones antichilenas "expresaban lo que siente todo soldado que ama a la patria", aunque aseveró que su permanencia en esa arma depende del presidente de la República, Alan García Pérez.El polémico militar dijo que sus afirmaciones fueron dichas "en un momento de tensión internacional por motivo de la demanda que hacía el Perú ante (la Corte Internacional de) La Haya por el problema de la demarcación fronteriza marítima. Además, a cualquier soldado del país le debe preocupar, le debe interesar la situación en tanto están en riesgo la integridad territorial y la soberanía del país. Ahora resulta que el agraviante es el general Donayre, es lo que comenta en una reunión familiar y coloquial".