MESAS DE DIÁLOGO: ¿FUNCIONARÁN AHORA?
19 de noviembre de 2008

Sin duda, el diálogo es el instrumento para construir la democracia como sistema de gobierno. Por ello, es saludable que el premier Yehude Simon intente poner más énfasis a las mesas de diálogo para buscar soluciones a conflictos sociales internos, que según la Defensoría del Pueblo llegan a 190 y hasta el momento solo hay nueve casos cerrados. La IX Mesa de Diálogo acaba de ser instalada en Concepción, Junín, donde la población rechaza la construcción de una planta de tratamiento de residuos.Cabe recordar, sin embargo, que si bien el ex premier Jorge del Castillo logró suscribir 36 de actas conciliatorias, el diálogo demostró, en muchos casos, ser insuficiente, probablemente porque la comunicación y persuasión entre las partes involucradas no fue la adecuada. Considerando que con la crisis internacional ya no habrá abundancia presupuestaria de años atrás, el Gobierno está ahora obligado a ejercer una mejor actuación política para evitar que la violencia agudice la desconfianza y el desorden en la convivencia social, y como consecuencia de ello que los acuerdos de las mesas de diálogo dejen de ser "papeles mojados en tinta".Con la experiencia que tiene Simon en administración regional, es difícil creer que vaya a suplantar o absorber la misión y responsabilidad que les asiste a los gobiernos subnacionales. No toda solución puede estar en manos del gobierno central. En ese sentido, merece atención la sugerencia del presidente del Gobierno de Junín de fortalecer la Unidad de Conflictos Sociales de la Presidencia del Consejo de Ministros. Una decisión de Estado debe ir acompañada de un programa sólido y de largo aliento. Pero lo anterior resultará solo un paliativo si el crecimiento económico del país, que todavía continuará el próximo año, no es percibido por la mayoría de peruanos. Un último estudio del BID, que presentamos en la edición de hoy, recuerda precisamente que el fuerte crecimiento no muestra mayor impacto en la sensación de calidad de vida en el Perú.Por lo tanto, el reto actual del Gobierno es demostrar que las mesas de diálogo sí funcionan y además que no solo evitará que el crecimiento caiga debajo del 6.5% en el 2009, sino que también buscará que sus beneficios se distribuyan mucho mejor entre la población.

  • [Gestión,Pág. 30]
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