El jueves en la noche, al llegar a la carceleta del Poder Judicial, Rómulo León Alegría se tocó de nervios y dijo sufrir de claustrofobia. Fue necesario un calmante para que durmiera en la celda que compartía con otros tres reos.Sin embargo, el viernes en la mañana estuvo lo suficientemente lúcido para hacer uso de una artimaña y burlar a los custodios de la carceleta. Aseguró que quería el teléfono para comunicarse con su familia, pero lo hizo con Radio Programas del Perú (RPP). El objetivo: proclamar nuevamente su inocencia. A eso de las 7:45 a.m., León comenzó a contar su versión sobre los llamados "petroaudios".Desde el inicio, dijo que no había cometido ningún delito. ¿Y la conversación en la cual se habla de "faenón", honorarios de éxito, "aceitar"?, le preguntaron. Para León, se trataba de conversaciones de amigos en las cuales se hablaron "estupideces". Y aunque consideró que los audios son "monstruosos y deleznables", negó que se tratasen de conversaciones delictivas.