El aire que se respira en Lima está cargado de azufre. Cuando esta sustancia ingresa al cuerpo, se aloja en los pulmones y es casi imposible de retirar. Según informes de las asociaciones que forman parte de la Campaña por Combustibles Limpios del Programa Regional Aire Limpio, cuatro mil personas en la capital mueren cada año como resultado de las enfermedades que ocasiona la contaminación vehicular.Un grupo de jóvenes entregó, ayer por la mañana, volantes y calcomanías a los choferes que transitaban por el cruce de las avenidas Petit Thouars y Javier Prado, en el distrito de San Isidro. "La idea es que los conductores comprendan que se debe emplear combustible limpio para no seguir envenenando el aire", dijo Petruska Barea, especialista de la ONG Calandria, una de las instituciones que apoya esta iniciativa."Estamos pidiendo al Ministerio de Energía y Minas que se erradique el azufre de los combustibles líquidos a partir de 2009, sobre todo del diesel, que es el que más sucio se encuentra. La propuesta de dicho ente es que este elemento sea eliminado en el 2011, lo cual nos parece inaceptable. Imagina cuántas muertes se podrían evitar si se aceptara nuestro planteamiento. Además, el Estado gastaría menos", aseveró. Barea refirió que los automóviles modernos europeos solo emplean combustible que contiene 350 partes por millón de azufre. "En nuestro país, la cifra alcanza las siete mil partes por millón, lo que habla de la calidad del aire que respiramos. Además, la vida útil de las unidades se reduce tres veces", comentó.