Falta de control y vacío de procedimientos, exceso de personal, reparto sin equidad de los sueldos e inexistencia de evaluación del personal son algunos de los hallazgos de la Contraloría General de la República que dan cuenta del desorden y la informalidad administrativa en que incurre el Congreso. Estos hallazgos están contenidos en el informe "Análisis de control interno de la gestión de personal del Congreso de la República (agosto-setiembre)" elaborado por la contraloría, el cual presenta diversas recomendaciones para que el Parlamento revierta sus deficiencias. Así las cosas, la contraloría indicó que en agosto el despacho del congresista Édgar Núñez Román (Apra) contó con ocho personas de confianza en vez de siete que, como máximo, se señala en los acuerdos de la Mesa Directiva 010-95/Mesa-CR y 372-2002-2003/Mesa-CR.