GABINETE SIMON : MÁS ALLÁ DEL VOTO DE CONFIANZA
9 de noviembre de 2008

La presentación ante el Congreso del plan de gobierno del Gabinete que preside Yehude Simon ha sido positiva en lo formal, pues ha merecido por mayoría el voto de confianza de la representación nacional, a pesar de los absurdos ataques de algunos miembros del fujimorismo.Simon se dio tiempo para abundar conceptualmente en los ya conocidos seis pilares de su gestión, empezando por la lucha contra la corrupción y la descentralización, y continuando con el desarrollo económico con inclusión social, seguridad ciudadana, paz social y concertación, y protección ante la crisis financiera.Sin embargo, en la mayoría de los casos, resta aún conocer planes concretos, que se anuncian por ejemplo para dentro de 45 días en el caso de la lucha anticorrupción, lo que revela la gravedad del reto que ha asumido. Hay que aprender las lecciones del pasado. No se puede caer en la tentación efectista de crear más cargos públicos, como el zar anticorrupción, o la llamada Oficina Nacional Anticorrupción, que finalmente debieron ser desactivados por inoperantes. Sí es importante que se contemple la actualización obligatoria de las páginas web de los organismos del Estado, así como la publicación de las agendas diarias de los funcionarios públicos. A lo que debe tenderse es a reforzar las entidades que por esencia tienen que ver con esta lucha, como la contraloría y las procuradurías, así como retomar la reforma del aparato estatal para insertar alertas y mecanismos de detección y sanción severa de prácticas corruptoras.En cuanto a la descentralización, ha planteado implementar el Consejo de Coordinación Intergubernamental que, entre otras cosas, promueva la eficiencia de las inversiones, así como la integración entre las regiones. Como lo hemos dicho más de una vez, las macrorregiones son la solución, no solo para promover el desarrollo y captar más inversiones en proyectos de amplia envergadura, sino también para evitar violentos enfrentamientos como los que se han producido últimamente. Se espera aún definiciones y precisiones en torno a la seguridad ciudadana --una clamorosa preocupación nacional--, así como respecto del plan de contingencia ante la crisis financiera para sostener la inversión pública y privada, y sobre los proyectos de inclusión social, analfabetismo y servicios públicos. Pero eso no es todo. Así como en su momento destacamos la independencia del nuevo jefe del Gabinete, tenemos que subrayar ahora la necesidad de que el presidente Alan García y el partido oficialista le brinden el apoyo político necesario para el éxito de su gestión. Simon, como cabeza de la PCM, es una pieza vital del engranaje del Gobierno, por lo que no puede ser tratado por el oficialismo solo como un fusible para la coyuntura del APEC, lo que sería injusto y muy riesgoso para la gobernabilidad democrática. (Edición sábado).

  • [El Comercio,Pág. A 6]
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