Más allá de las cifras económicas, un aspecto que debe empezar a preocupar, y en el cual ya se debe ir trabajando, es el impacto social que devendrá de la caída de la recaudación procedente de la actividad minera.Al haber menos inversión en la minería, así como un menor ingreso ante la caída de los precios internacionales, podría haber reclamos sociales, en las regiones o comunidades en la cual está ubicada la zona minera."Habiéndose acostumbrado a ciertos niveles de inversión en estas zonas, y al reducirse estas por política estratégica de las mineras, podría haber reclamos. Además, esta el hecho de que se reducirá la recaudación y eso conllevaría a menor distribución por concepto de canon o regalías", resaltó Víctor Burga, socio de Ernst & Young.
- [Gestión,Pág. 18] /