En el pasado, el que una empresa minera entregara el premio especial Creatividad Empresarial al cuidado del medio ambiente, habría sido una contradicción. Sin embargo, para Óscar González, presidente ejecutivo de la minera Southern Perú, considerada por los analistas de la revista "América Economía" como la empresa más grande del país (US$3.211 millones de ventas el 2007), proteger el ecosistema representa una parte fundamental de su operación. ¿Qué ha hecho Southern Perú en los últimos años para reducir su impacto en el medio ambiente?Invertimos US$1.500 millones, un gasto importante para Latinoamérica, en modernizar la fundición. Captamos los gases que se lanzaban a la atmósfera y que el viento llevaba a Ilo que, aunque estaba a 20 kilómetros, decían que les causaban enfermedades. Con esto minimizamos el impacto en el ambiente y la población. Incluso captando más de lo que nos marcaba el PAMA (programa de adecuación y manejo ambiental).¿Tienen controlada la contaminación de gases y emanaciones dañinas en toda su operación?En todas las minas tenemos controladas las emanaciones y descargas que podrían ser nocivas para nuestros operarios. Nosotros reusamos las emanaciones para volver a meterlas en el proceso. También hemos reencauzado los relaves de Cuajone y Toquepala a una represa especial. Desde hace doce años que no echamos desechos al mar.¿Cuanto han invertido este año en el medio ambiente?Sin contar la fundición, hablamos de más de US$18 millones al año en el Perú. Por ejemplo, tenemos un programa de reforestación de las áreas cercanas a nuestros campamentos y nuestras minas. Hemos logrado que en algunos lugares se renueve la migración de aves y peces.