La convulsión social por demandas insatisfechas y pretensiones políticas aisladas configuró ayer un panorama difícil en Cusco, Puno y Cajamarca. La jornada de violencia empezó en horas de la mañana en la vía que conecta las ciudades de Puno y Cusco.Allí decenas de vehículos estuvieron varados, a la espera de que la vía fuera desbloqueada en ambas direcciones. Mientras en Puno las manifestaciones eran encabezadas por el movimiento Los Pueblos Quechuas yAimaras; en el lado cusqueño, la violencia fue promovida por la Federación Campesina del Cusco.Ambas organizaciones tenían agendas similares respecto al pedido de renuncia del presidente Alan García y su rechazo al alza del costo de vida; así como a las concesiones mineras y petroleras. Se cree que pudo haber coordinaciones en el objetivo de crear agitación social en dos departamentos claves sur del país. Ello no ha sido comprobado. Las manifestaciones en Puno se repitieron en la carretera binacional que une Desaguadero con Moquegua y Tacna.