La tendencia a la baja del precio internacional del petróleo debería suponer en la práctica una reducción en el precio de los combustiles en el mercado interno; sin embargo, esto no sucede.De acuerdo con el especialista Aurelio Ochoa, los únicos que actualmente se estarían beneficiando con un petróleo más barato son las refinerías, las que, según recordó, siempre han estado subsidiadas en exceso.Por otro lado, el fisco también se beneficia, porque esta situación implica un menor costo del Fondo para la Estabilización de los Combustibles. En el otro frente, indicó Ochoa, se encuentran los consumidores, que se perjudican con el aumento internacional del precio del crudo y no reciben ningún beneficio cuando éste baja. El gobierno debería analizar esta situación, dijo.Ayer, el precio del petróleo se cotizó en US$71.85 el barril, una considerable reducción si se tiene en cuenta que llegó a US$145. Para Ochoa, sería difícil que el precio baje a US$50; más bien, consideró que oscilaría entre los US$60 y US$80 el barril. (Edición sábado).