El premier Yehude Simon dijo que se sentía en la CGTP como en una "vieja casa amiga". Sin embargo, ello no le impidió dialogar claro con sus dirigentes -encabezados por Mario Huamán- y precisarles "que será muy difícil hablar de incremento de sueldos". Fue franco al señalar que "es muy difícil cambiar el modelo económico de la noche a la mañana". De otro lado, descartó una persecución política contra los sindicatos, y anunció que dentro de dos semanas se realizará una mesa de diálogo con ministros y con dirigentes gremiales para evaluar la agenda laboral.(Edición sábado).