Los Pamas (Programas de Adecuación del Medio Ambiente) son insuficientes para garantizar la estabilidad ambiental si no se considera la participación de la población y no se incorporan subprogramas que estén relacionados con un diagnóstico y monitoreo de impacto sobre la salud pública de su área social de influencia, refiere el documento elaborado por el grupo de trabajo. Debe hacerse una redefiniciación de los impactos operativos post Pamas así como de las responsabilidades entre el sector privado y el Estado. En el caso de la zona central hay una distribución desigual de los programas y pasivos ambientales a favor de las empresas privadas (20%) y en contra del Estado (80%). Ello generó una sobrecarga financiera para el Estado en cuanto a sus compromisos ambientales que no está en capacidad de asumir.