La alternativa de abastecer el mercado energético chileno con gas natural peruano, a través de un gasoducto que se extienda desde Camisea hasta el norte de Chile, comienza a tomar fuerza. Ayer el ministro de Economía de Chile, Jorge Rodríguez, dijo que la opción está en estudio y de hecho ya ha asistido a una reunión donde se analizaron los alcances.Afirmó que las empresas Gas Atacama y Tractebel buscan cubrir las deficiencias del gas argentino. Para ello se construiría un gasoducto entre Camisea y el norte de Chile.Según informa El Mercurio, tendría 1,500 kilómetros de largo y demandaría una inversión del orden de los US$700 millones. Estos recursos serían costeados por los grupos eléctricos y también por los grandes clientes que operan en el SING, los que hoy están preocupados porque las restricciones de gas puedan afectar la actividad minera.