¿EL PASADO LOS CONDENA?
7 de octubre de 2008

Los protagonistas del llamado petroescándalo tienen antecedentes dignos de ser conocidos. Rómulo León Alegría, por ejemplo, es hijo de un connotado dirigente aprista y la primera vez que su nombre cobró notoriedad pública fue durante el primer gobierno de Alan García, cuando salió elegido diputado por el APRA y posteriormente designado ministro de Pesquería. En 1988, León Alegría se ganó titulares en los diarios cuando, en plena sesión del Congreso, le propinó un puñetazo al entonces diputado Fernando Olivera, luego de que éste insinuara que tenía intereses en la firma de contratos pesqueros y cuentas secretas en bancos extranjeros. En 1990 fue acusado de presunto enriquecimiento ilícito al denunciarse que en sus cuentas personales existía un desbalance de US$220 mil. Ante esta difícil situación, el APRA optó por expulsarlo de sus filas. Siete años después, la Corte Suprema declaró prescrito su caso. En 1999, el APRA le restituyó su militancia a León y dos años después el ex ministro intentó ser precandidato al Congreso. Sin embargo, fue tachado en las elecciones internas por sus antecedentes.