El alcalde de la provincia de Oyón, Manuel Delgado Altez, fue retenido por doce horas y obligado a renunciar al cargo por pobladores reunidos en la plaza de Armas de esta ciudad altoandina ubicada al noreste de Lima, en medio de amenazas de muerte, agresión a la propiedad privada, bloqueo de carreteras, incendio de una camioneta policial y apedreamiento de vehículos.El burgomaestre fue retenido por los revoltosos desde las 6 de la mañana, en que abandonaba la ciudad luego de que había sido tomado el local municipal. Fue liberado pasadas las cinco de la tarde.Frente a una muchedumbre amenazante, fue obligado a firmar numerosos documentos, entre ellos su renuncia al cargo, entrega de la municipalidad, compromisos para que los dirigentes del Frente de Defensa de Oyón no sean denunciados ni enjuiciados, y para que el burgomaestre no regrese nunca a la provincia.Los manifestantes convocaron una asamblea durante la cual Delgado Altez permaneció parado junto a tres policías en el frontis de la comuna --hasta las seis de la tarde--, en medio de enardecidos pobladores, en su mayoría trabajadores mineros, campesinos y de mercados.