Con el fin de promover el consumo del gas de Camisea, el gobierno de Fujimori prohibió en 1999 el otorgamiento de nuevas concesiones para la construcción de plantas hidroeléctricas. De esta manera, la mayor inversión en el sector desde esos años se orientó a construir plantas de generación térmica (principalmente a gas natural). Con ello, actualmente este tipo de plantas constituye el 45% de la potencia instalada del país, versus el 23% que tenía en 1999, lo cual no necesariamente sería bueno.Así, según un informe del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) y Macroconsult, esta alta concentración en la producción de energía térmica a gas natural ha hecho que el país atraviese una crisis de abastecimiento eléctrico en este año, pues se ha pasado de enfrentar un riesgo de sequía a un riesgo de abastecimiento de gas, puesto en evidencia en estos días con la congestión del gasoducto de Camisea.Según indicó Ricardo de la Cruz, investigador del CIES responsable del estudio, en estos cinco años se dejó que el sector eléctrico creciera a la deriva y se orientó a la producción de electricidad con gas natural sin cumplir con dos aspectos esenciales: que garantice seguridad en el abastecimiento eléctrico y que sea eficiente económicamente.