La crisis financiera en Estados Unidos terminó por liquidar a los cinco grandes bancos de inversión que por décadas dominaron Wall Street.Luego de la caída de Bear Stearns, de Lehman Brothers y de Merril Lynch, los últimos dos gigantes financieros que quedaban en pie: Goldman Sachs y Morgan Stanley, se convertirán en bancos "normales" o comerciales bajo las mismas regulaciones que el resto. Los bancos de inversión no captan depósitos ni prestan a la gente de pie. Su negocio es financiar empresas, asesorar operaciones corporativas y emitir productos de inversión muy complejos para sus clientes. A pesar de tomar mayores riesgos, dichas entidades tenían menos control por parte de la Reserva Federal (FED) de EE.UU. Que la banca comercial. Con este giro, tanto Goldman como Morgan podrán solicitar préstamos de emergencia a la FED y aumentar su liquidez.