Con las pruebas a la mano. La desaforada congresista Elsa Canchaya Sánchez sí fue la responsable del nombramiento de su empleada doméstica como asesora de su despacho parlamentario porque así lo acreditan los memorándums que remitió a la Oficina de Recursos Humanos "comunicando" (término utilizado por ella misma) el inicio de funciones y, luego, su decisión de aceptar la renuncia de Jacqueline Simón Vicente.Estos documentos fueron presentados ayer a Perú 21por el procurador Julio Ubillús y contradicen el contenido del dictamen del fiscal supremo adjunto Tomás Gálvez Villegas, que exime de responsabilidad a Canchaya en el delito de nombramiento y aceptación ilegal para el cargo.(Edición sábado).