Si detuviera su auto en una estación de Venezuela y pretendiera llenar su tanque con 12 galones de gasolina, no tendría que sacar del bolsillo más allá de dos dólares. Así, con precios sumamente bajos, los pobladores de este país caribeño son los que menos sienten el impacto de los vaivenes del precio internacional del crudo porque, como se sabe, el gobierno de Hugo Chávez ha establecido una política de precios en base a una economía sustentada en lo que más tienen: petróleo, recurso que no es eterno. En el primer semestre de este año, Petróleos de Venezuela (PDVSA) registró un promedio de ingresos diarios de US$266 millones, con un promedio de producción de 2,8 millones de barriles diarios, según señalan fuentes oficiales; aunque la Agencia Internacional de Energía dice que la producción estaría en declive y que sería de dos millones. La suerte de Venezuela no la tienen todos los países. Según información del Grupo de Diarios de América (GDA), Colombia y Ecuador, pese a ser superavitarios en la producción de crudo, están en problemas. Colombia está intentando salir de una política de subsidios de los combustibles --aplicada desde el 2000-- y que la está obligando a desembolsar US$0,66 por cada galón de la gasolina de 84, cuyo precio aproximado es de US$3,61 (en el Perú es de alrededor de US$4).