Nadie en el Ejecutivo parecía estar dispuesto a quedarse callado ante las críticas que el ex presidente Alejandro Toledo había lanzado contra el régimen aprista. Ni siquiera el canciller José Antonio García Belaunde quiso ser la excepción y, por el contrario, movió las aguas al recordarle sus preferencias por las vacaciones en la playa y por los licores caros."¿Gobierno de los ricos? Oiga, él gobernaba como rico: Punta Sal, (whisky) etiqueta azul, etc., con la diferencia de que los ricos pagan todo de su bolsillo. Yo no sé si Toledo pagaba eso con su bolsillo", respondió.El ministro de Relaciones Exteriores consideró poco serio que el ex mandatario amenace con salir a las calles para movilizar a la gente si no se deroga la llamada "Ley de la Selva’, y señaló que Toledo no puede intentar reeditar la Marcha de los Cuatro Suyos porque "ahora estamos en una democracia que le permite venir cuando quiera a Lima, lanzar cuatro insultos al aire e irse del país".