Cada vez crece más el entusiasmo ante la proximidad de los comicios del 2006, no sólo en el sector político y social, sino también en el empresarial, ahora que el dirigente empresarial, Arturo Woodman, consideró que ha llegado el momento de que los empresarios plasmen en la actividad pública la experiencia ganada a través de los años en el sector privado para así encontrar rápidas soluciones a los graves problemas nacionales.Pero el planteamiento de Woodman no fue lanzado al vacío sino que tuvo nombres propios como los de Leopoldo Scheelje, Julio Favre, Roque Benavides y Samuel Gleiser.