Hay varios factores por considerar en este problema. En principio, la diferencia en la política de impuestos que rige la venta de combustible en el Ecuador y en el Perú, el gran beneficio que genera esta actividad ilegal para los contrabandistas y también el hecho de que estos perciben que no están en riesgo de sanción hacen muy difícil la lucha eficaz y frontal contra esta modalidad de contrabando. El Ministerio de la Producción ha venido coordinando con el Ministerio Público y la Aduana de Tumbes, así como con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, una serie de acciones que han permitido incrementar notablemente la incautación de combustible ilegal.Sin embargo, la escasez de personal y de recursos logísticos que afrontan las instituciones del Estado asignadas a Tumbes reduce las posibilidades de éxito para poder disminuir el contrabando de combustible, y también de otros productos, por lo menos a niveles que podrían ser considerados permisibles, según indicó Raúl Saldías Haettenschweiler, presidente de Alianza Empresarial para un Comercio Seguro.