La falta de decisión durante dos meses provocó que una empresa textil en pleno crecimiento pagara cerca de US$500.000 sobre la cotización inicial por un terreno ubicado en Lurín. Pero esta experiencia no es única, muchas industrias que están buscando terrenos en Lurín se han visto en una situación similar. Y es que en los últimos dos años los distritos sureños de Lurín y --en menor medida-- Chilca enfrentan la llegada de una avalancha de empresas (industriales y eléctricas) que han decidido instalar sus plantas en ambos lugares.Pese a lo que se podría creer, la ubicación privilegiada de ambos distritos no es la principal razón, sino la falta de terrenos que actualmente hay en el mercado. Jorge Marcenaro, director del área industrial de la inmobiliaria Colliers Internacional, señala que si bien hace un año la oferta de áreas superaba la demanda de terrenos en Lima, hoy es todo lo contrario. La demanda está 20% por encima de la oferta.Sin embargo, ambos distritos tienen algunas características que le añaden un plus distinto a los demás terrenos que están en oferta en zonas como Ventanilla, Ate Vitarte, Huachipa y Puente Piedra, donde aún hay áreas industriales. Tres de ellas: disponen de amplias espacios, están cerca de Lima y, sobre todo, son atravesadas por las tuberías de gas natural. Según la Municipalidad de Lurín existen 34 empresas de diferentes dimensiones que han llegado al distrito en los últimos tres años. Esto es casi palpable. En el área industrial de Lurín se puede observar la construcción de plantas.