Luego de múltiples postergaciones se instaló la mesa de diálogo entre la minera Cartagena y la comunidad de Untuca, en Puno.Los conflictos empezaron cuando funcionarios de la minera se negaron a ceder territorios para la explotación de minerales a los comuneros de la zona. La situación empeoró cuando, tras insistir sin resultados, los pobladores procedieron a tomar las instalaciones de la mina como forma de protesta.La manifestación culminó en el desalojo de comuneros por parte de la policía, con un saldo de diez heridos. Además, se paralizaron las actividades extractivas y se denunció a los pobladores.Luego del incidente se propuso instalar una mesa de diálogo, en base a las demandas, pero los pobladores se negaron a conversar.