¿Y DESPUÉS DEL APAGÓN, QUÉ?
11 de agosto de 2008

Los funcionarios del Ministerio de Energía y Minas (MEM) han insistido en calificar la difícil situación por la que atraviesa el sector eléctrico --con apagones incluidos-- como un bache, pues consideran que el problema de que el sector no esté trabajando a un nivel óptimo se debe a que la intensidad de las lluvias se ha reducido --las plantas hidroeléctricas están trabajando al 80% de su capacidad-- y a que no hay suficiente capacidad de transporte en el gasoducto de Camisea que permita abastecer a las centrales termoeléctricas.Así, una vez que vuelvan las lluvias y termine la temporada seca --posiblemente en noviembre-- y que se amplíe la capacidad del gasoducto de Camisea en agosto del 2009, se volvería a la normalidad. Con ello, los apagones como los que sufrió Lima y que afectaron a varias industrias durante la semana pasada serán cosa del pasado. ¿Es esto cierto? El problema podría no ser tan sencillo como se cree. Juan Incháustegui, ex ministro de Energía y Minas, indicó que el problema actual se ha ocasionado por no generar una reserva suficiente que permita soportar épocas de sequía. En ese sentido, el gobierno anterior y el actual no ha incentivado la inversión en el sector eléctrico --sobre todo en hidroeléctricas que permitan ampliar la oferta a pesar de la escasez de lluvias--; ni han planificado un crecimiento energético acorde con la demanda del país en los últimos tres años.