La última encuesta de Apoyo en Lima revela que la población ya no está dispuesta a aceptar gato por liebre al elegir sus representantes en el Parlamento y que el anunciado programa Pro Perú tiene aroma a compra de votos, pues el 97% pide que los postulantes al Congreso muestren sus certificados de antecedentes penales y el 86% considera que el mencionado programa es más una preocupación del Gobierno por mejorar su popularidad con fines electorales antes que una preocupación real por los pobres."Las cifras no dejan dudas de que ese proyecto debe ser enviado al canasto", afirmó Xavier Barrón (UN), para quien la ciudadanía vislumbra que los cientos de millones destinados a dicho programa serán administrados de manera ineficiente y hasta corrupta; ello en alusión al 84% de entrevistados que afirman que el dinero terminará en otras manos.No obstante, en las trincheras de la chacana insisten en defender la iniciativa. Luis Flores, parlamentario de Perú Posible, está convencido de las bondades del proyecto: "Es una forma de llegar a los más pobres y ofrece garantías. Le auguro muchos éxitos, es una manera directa de ayudar a los más pobres". (Edición domingo).